Otra forma de vivienda

Tras 20 años, el Museo del Castro de Viladonga decide cambiar su imagen y contar con nosotros para llevar a cabo dicha tarea.
Partíamos de una premisa imprescindible, dejar patente la relación entre conjunto arqueológico y museístico.
En base a esta idea, optamos por establecer esta relación de una manera lo más neutral posible. Por este motivo nos decantamos por usar la tipogafía Mais Grotesk de Marcos Dopico, una lineal neogrotesca basada en la tradición suiza del estilo internacional.
A partir de esa primera idea, empleamos una línea para unir el Museo, representada con una M y un círculo representado el Castro.
En base a esta forma resultante y la propia tipografía, aplicamos un sistema para desarrollar el hilo conductor en las diferentes aplicaciones.
Los colores surgieron de la paleta cromática del propio Castro, ocres, verdes, marrones y cobrizos.